lunes, 24 de diciembre de 2018

Migrantes



Esta semana hemos conmemorado el día internacional del migrante. El lema de este año es migración con dignidad. La dignidad hace referencia al reconocimiento de que somos personas iguales, que tenemos los mismos derechos y deberíamos tener las mismas oportunidades. Como diría Kant, un ser humano es quien tiene dignidad y no precio, quien debe ser un fin y nunca un medio para nuestro beneficio. A partir de esta mínima igualdad hablamos de humanidad. Los partidos de derecha y de extrema derecha vociferan que la inmigración está produciendo una auténtica catástrofe nacional. Una mentira que repiten sin cesar en sus medios, hasta convertir el mensaje en un masaje, es decir, hasta producir miedo y odio hacia el inmigrante. Mientras, los utilizan para bajar los salarios. 

Por supuesto que hablamos de emigrantes pobres. A los de la visa oro les sonreímos y ponemos alfombra. Y así capitalizan en votos el descontento producido por la desigualdad derivada de sus políticas. ¡Qué espectáculo: pobres contra pobres! Un pueblo como el nuestro, forjado en la emigración y que está viendo cómo sus hijos deben emigrar a otros países para poder vivir dignamente, no es capaz de comprender que nosotros hemos sido y seremos como ellos. Pero tampoco alcaldes de partidos supuestamente de izquierdas quedan al margen de tanta indignidad. Con la defensa de los puestos de trabajo justifican la fabricación de bombas y de fragatas con las que se asesinan a mujeres y niños, y de las que huyen los refugiados que llegan a nuestras costas. Doce murieron ayer. Póngale música a tanta inhumanidad y tanto cinismo y verán qué villancico más bonito les sale.



Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI, 21/12/18). El texto se puede consultar en la dirección:
https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/migrantes_1192103.html?fbclid=IwAR09IpUuvi1ODVQvxvgwd-eXASd8M3DkepZ8uxQSTuSb1XPweJIodfxGKE8

viernes, 14 de diciembre de 2018

Democracia iliberal

Para algunos políticos la era de la democracia liberal ha terminado. Lo que ahora hace falta, dicen, es un nuevo tipo de democracia, una democracia iliberal, donde lo importante son líderes fuertes que tengan todo el poder, que sacrifiquen los derechos y libertades que hagan falta y así solucionar los problemas que nos agobian como el desempleo, la desigualdad, la inmigración, la unidad de la patria, etc. Qué curioso, se repiten los mismos argumentos en Hungría, Rusia o España. Sin embargo, las nefastas consecuencias de este retroceso democrático no tardan en aparecer.

Afirmaba Ortega y Gasset que democracia y liberalismo son dos respuestas distintas a dos preguntas bien diferentes: quién gobierna y cómo gobierna. Las dos cuestiones son necesarias y su integración es lo que entendemos por democracia: gobierna el pueblo a través de sus representantes y este poder siempre debe estar limitado, controlado por los mismos ciudadanos. De ahí, la división de poderes, la protección de los derechos y la garantía de la igualdad económica y social suficiente para que sean efectivos. De ahí también una sociedad civil fuerte que, sin ser política, tenga responsabilidad pública. Sin este liberalismo, sin protección jurídica y social, sin derecho de expresión o de información, sin una prensa libre, sin un pluralismo cultural y religioso, etc. no hay democracia sino dictadura. Estamos viendo que incluso existen dictaduras elegidas por una manipulada mayoría. Para evitar estas modernas autocracias existen las constituciones. No lo olvidemos cuando revisemos la nuestra.



Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI, 14/12/18). El texto se puede consultar en la dirección:
https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/democracia-iliberal_1190621.html?fbclid=IwAR2dnDLRPa7ol4Dd2Xwjnbp7shTOHhL6xCRYiP1Fzv96C5IibcLT_cjc2uw

sábado, 8 de diciembre de 2018

Retroceso democrático

Bueno, ya están aquí. No podíamos ser menos que el resto de países europeos. Ya hemos elegido a políticos que creen que nos sobran derechos, como el de la igualdad de las mujeres; que afirman que toda la educación actual, menos la suya, es adoctrinamiento; que hay que eliminar las autonomías; que debemos limitar la libertad de prensa, en especial la crítica; que la culpa de todos la tienen los emigrantes; etc. Hoy, 40 años después de haber conseguido un acuerdo entre todos los españoles sobre qué significa un estado social y democrático de derecho, nuestra democracia no solo no se ha consolidado, sino que se está diluyendo, vaciando. No es posible continuar mirando hacia otro lado, repartiendo presupuestos de forma asimétrica o falseando las estadísticas y los sondeos.

En una entrevista al filósofo Jürgen Habermas sobre la descomposición europea nos hablaba del auge de la extrema derecha que, poco a poco, va rellenando los huecos que dejan la rabia y la indignación producidas por unos sistemas democráticos alejados de los ciudadanos. Unas democracias que solo saben hablar de austeridad, que han llevado a sus naciones a extremos desconocidos de desigualdad y abandono. Esta es la razón de tanto populismo, no los inmigrantes. No es nada casual la aparición de alternativas que esconden nuevas formas de autoritarismo y opresión. Debemos atajar estas desigualdades entre personas y territorios, si queremos seguir hablando de democracia. La entrevista terminaba con una frase lapidaria: el punto en el que no hay vuelta atrás no se ve hasta que es demasiado tarde.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI, 07/12/18). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/retroceso-democratico_1189158.html

viernes, 30 de noviembre de 2018

El futuro de la democracia

En el mundo social la realidad la construimos unos con otros, aunque muchas veces mejor sería decir unos contra otros. No está ya creada y nos adaptamos, como ocurre con la naturaleza. Las palabras, las ideas y las creencias, son los materiales con los que forjamos la sociedad y sus instituciones, sociales, políticas y económicas. No existen leyes inmutables en economía, eso es mentira. Lo posible y lo imposible lo acordamos nosotros. Quien tenga poder, vamos. Pongamos un ejemplo.

Si nos equivocamos al definir la gravedad lo más seguro es que nos demos un buen tortazo, pero la gravedad seguirá siendo la misma. Pero, nos recordaba Sartori, un buen teórico de la democracia, si nos equivocamos sobre qué significa democracia, a largo plazo corremos el peligro de rechazar algo que no hemos identificado bien y de recibir a cambio algo que no quisiéramos de modo alguno. Esto es lo que está pasando hoy con la aparición de gobiernos que se dicen democráticos, que hablan y actúan en nombre del pueblo, pero que son apolíticos, reniegan de los partidos y apoyan su legitimidad en una opinión pública fabricada y en una determinada, y siempre oportuna, religión.

Este populismo, que rechaza lo poco alcanzado por nuestras democracias, recibe ya uno de cada cuatro votos en la Unión Europea. El peligro que corremos lo conocemos bien aquellos que hemos nacido en una democracia orgánica. Nombre muy original para denominar a una dictadura que aún ostenta en cunetas y cementerios sus buenos resultados. Sin memoria no hay futuro.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI, 30/11/2018). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/futuro-democracia_1187691.html

sábado, 24 de noviembre de 2018

Mejorar la universidad

Cuando escuchen que debemos cambiar la universidad pública, piensen que suelen referirse a su conversión en una empresa financiada por todos y donde solo unos pocos puedan estudiar. En plena sociedad llamada del conocimiento, donde el saber es la principal fuerza productiva, ya se imaginan lo que significa pocos. Hoy, en España, ocho de cada diez descendientes de familias pobres seguirán siéndolo. Y a esta injusticia le llaman eficiencia. La obligación de la universidad pública es ser inclusiva, no dejar a nadie sin oportunidades para llevar a cabo una vida digna.

Por supuesto que debemos mejorar. En primer lugar, necesitamos más autonomía, más capacidad para decidir frente a una administración que nos limita con sus bajos presupuestos y con el consiguiente servilismo partidista. Si no nos callamos, puede ser peor. En segundo lugar, se requiere una mayor participación de todos los implicados en la actividad universitaria. Corresponsabilidad es la palabra. No solo del alumnado, del personal de administración y del profesorado. También de los destinatarios del servicio público que ofrecemos: ciudadanos, municipios, empresas, etc. No olviden nunca que la responsabilidad es proporcional al poder. Por último, la institución universitaria tiene que responder de sus resultados, de sus avances en el logro de su objetivo, que no es otro que la transformación social. En nuestro caso, tenemos definido un plan de responsabilidad social, una rendición de cuentas trasparente. Corresponde al actual equipo de gobierno ponerlo en marcha y a la sociedad exigirlo.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/mejorar-universidad_1186205.html

viernes, 16 de noviembre de 2018

Cambiar la universidad

El hombre que quiere cambiar la universidad, se titulaba la entrevista aparecida esta semana en un periódico de tirada nacional. Cada afirmación que realiza este nuevo superhéroe de la reforma universitaria sería para troncharse de risa, si no fuera porque se trata del presidente de la Conferencia de Consejos Sociales, órgano encargado de la relación entre la sociedad y la universidad, y porque dice hablar desde su cargo. He aquí algunas de sus recetas.

Primero nos avisa que el peor mal que tiene la universidad es su deficiente sistema de autogobierno, al que define como excepcional y anómalo. Les recuerdo que se refiere a que los órganos de gobierno se eligen democráticamente entre el profesorado, personal de administración y estudiantado. A continuación, nos dice que si no estamos en los ranquines no es por la falta de presupuesto, sino por la endogamia que nos corroe. Cuando es fácil mostrar que no es cierto, que los resultados de la universidad pública española son buenos, a pesar de ser una de las peores financiadas de Europa, la sexta por la cola. Con estos presupuestos miserables, muchos colegas europeos nos preguntan cómo lo hacemos. Por último, la receta del éxito que no puede faltar: hablar de tasas gratuitas es solo demagogia, la excelencia hay que pagarla, dice. Ya se imaginan qué significan estas palabras: que estudien solo los mejores, aquellos que han tenido no solo voluntad, sino fortuna para llegar bien preparados. En suma, una universidad pública exclusiva. No son estos los cambios que necesitamos. La próxima semana veremos algunos.

Domingo García-Marzá. El Periódico Mediterráneo 16/11/2018). El texto se puede consultar en la página web: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/cambiar-universidad_1184728.html?fbclid=IwAR3vZrF-fXzkTsXmtESdsgvjLXvdU3V0F3hEMeyDuAteVZEsQz3uR9ufWhA

sábado, 10 de noviembre de 2018

Bochorno

Desazón producida por algo que ofende, molesta o avergüenza. Esta es la sensación que produce el fallo del Tribunal Supremo, por el que deben ser los clientes -12 millones de ciudadanos- no los bancos, quienes deben pagar el impuesto sobre actos jurídicos documentales. Como si el negocio lo hicieran quienes solicitan la hipoteca. Unas semanas antes habían dicho lo contrario. Pero lo más curioso, si refrescan la memoria, es que no es la primera vez que este tribunal, la cúspide de la justicia española, se decanta por los bancos. Ya pasó en el 2013, cuando decidió que la banca se quedara con lo defraudado con las cláusulas suelo. En aquel caso fue el tribunal de justicia europeo quien acabó dando la razón a los clientes, supongo que ahora también. Aumentando así la desconfianza en nuestro sistema judicial, la vergüenza que nos produce este mercadeo.

NUESTRO presidente del Gobierno exhorta a los jueces del tribunal a que reflexionen, con lo que no nos imaginamos qué han estado haciendo estos días todos reunidos. No sé ustedes, pero a mi juicio mejor sería que comenzaran nuestros políticos, gobierno, oposición y minorías extractivas incluidas, a pensar en modificar la forma en que se eligen los jueces de este tribunal. Por si no lo saben, son los políticos quienes los eligen, ambas cámaras para más inri. Con lo que la división de poderes en nuestro estado democrático de derecho no existe. La mayoría parlamentaria se lleva el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial. De hecho, ahora quiere corregir por decreto. No podemos quedarnos eternamente en la transición. Ya es hora de avanzar, de llegar a alguna parte.

Domingo García-Marzá. El Periódico Mediterráneo (09/11/2018). El texto se puede consultar en la página web: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/bochorno_1183173.html?fbclid=IwAR2-ZRhaiLoH5Wcn5SmtyjteC2tDKeNXGJ4JjGKP8VaS1OZ5zXso_jsShk4

viernes, 19 de octubre de 2018

La profesora de la UJI Maria Medina-Vicent recibe el Premio de Doctorado de la Real Academia de Doctores de España 2018


La Real Academia de Doctores de España ha concedido el premio de Doctorado en Humanidades a la profesora de filosofía de la Universitat Jaume I Maria Medina-Vicent por su tesis titulada "Género y management en el marco neoliberal. Un análisis crítico para la emergencia de liderazgos feministas".


Maria Medina-Vicent es profesora del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I, ha ampliado estudios de Humanidades en la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe, Argentina) durante el curso 2012/2013 mediante la beca Fórmula Santander y ha profundizado sus conocimientos en ética empresarial realizando prácticas formativas en la Fundación ÉTNOR. El año 2014 recibió la beca predoctoral FPI-UJI para la formación del personal investigador de la universidad para trabajar el proyecto de tesis: El liderazgo femenino en el marco de la ética de los negocios y las organizaciones, dirigido por la doctora Sonia Reverter Bañón. Después, amplió su investigación en la Oxford Brookes University (United Kingdom) en el año 2016. Sus líneas de investigación se centran en la teoría política feminista, la ética económica y empresarial, los Critical Managment Studies y el liderazgo.

La tesis defendida dentro del Programa Interuniversitario en Ética y Democracia se caracteriza, tal como señalaron los miembros del tribunal internacional, por su carácter interdisciplinario e innovador, puesto que a lo largo de esta se construye un espacio de diálogo entre ética, filosofía, sociología, estudios del management y teoría feminista para llegar a una conclusión sobre la preeminencia de los intereses neoliberales en la conformación de un modelo de mujer líder que responda a principios esencialistas y excluyentes.

La idea principal que se desprende de esta tesis es que el modelo de mujer líder que se divulga a las profesionales a través de la conocida como literatura popular del management dirigida a mujeres, contiene un carácter esencialista que reproduce las dicotomías de género y el modelo racional del homo oeconomicus, lo que impide el desarrollo de una gestión empresarial ética. Así pues, se reflexiona sobre la posibilidad de articular principios de acción que estén basados en la perspectiva de género y que permiten repensar el espacio de las organizaciones hacia la consecución de la igualdad.
La tesis estuvo dirigida por la doctora Sonia Reverter-Bañón, profesora del Departamento de Filosofía y Sociología de la UJI. El tribunal internacional estuvo formato por el catedrático de Ética de la Universitat Jaume I, Domingo García-Marzá; la investigadora Irene Strazzeride la Universittà di Foggia (Italia), y el profesor Carlos Jesús Fernández Rodríguez, de la Universidad Autónoma de Madrid.

Enlace tesis doctoral:  https://www.tdx.cat/handle/10803/461177

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lunes, 1 de octubre de 2018


Publicado el nº23 de RECERCA. Revista de pensament i anàlisi

Acaba de publicarse el nº23 de la revista académica Recerca. Revista de Pensament i Anàlisi, una publicación del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I.

“Lecturas críticas de las nuevas propuestas de economía alternativa” es el título de este monográfico editado por los profesores J. Félix Lozano (Universtitat Politècnica de València), Emmanuel Raufflet (HEC-Montreal) y Elsa González-Esteban (Universitat Jaume I).

El monográfico aborda las propuestas, desarrolladas en las últimas décadas, que pretenden ofrecer alternativas a un sistema de mercado que favorece a los más aventajados e incrementa la desigualdad. El monográfico realiza un cuestionamiento del sistema capitalista de mercado actual de la mano de algunas de las propuestas alternativas más maduras tanto teórica como experimentalmente. Pero al mismo tiempo trata de mostrar con rigor y autocrítica sobre hasta qué punto estas nuevas propuestas son capaces de alcanzar a subvertir el orden económico establecido –por extendido- que genera un sistema medioambientalmente insostenible e injusto socialmente.


Les animamos a consultar el monográfico en la página web de la revista: http://www.e-revistes.uji.es/index.php/recerca/issue/archive


sábado, 26 de mayo de 2018

Ética y cumplimiento

 
El ministro Wert confirmó lo que ya sabíamos: las críticas a la universidad pública forman parte de una política sistemática de destrucción de lo público para convertirlo en un mercado, donde solo quienes más tienen pueden entrar. Pero le salió el tiro por la culata. Como indican todos los índices internacionales, y a pesar de los paupérrimos presupuestos, tenemos buenas universidades públicas.
Pero «buena» también tiene un sentido ético. Una buena universidad es aquella capaz de seguir unos valores, de autorregularse e introducir la transparencia y la participación como claves de su gobierno. Ya tenemos un código ético, ahora debemos elegir una comisión de ética en el claustro que se encargue de su seguimiento y control, formada por estudiantes, personal administrativo y profesorado, de forma paritaria y con idéntico poder.

Pero aún nos quedan dos piezas más para cumplir con las exigencias mínimas de una infraestructura ética. En primer lugar, una línea ética de alertas, sugerencias y denuncias que, de forma confidencial, permita la participación de todos en el seguimiento y cumplimiento del código ético, así como en la denuncia de malas prácticas. Y, por último, una memoria anual que informe a toda la sociedad de lo que hemos sido capaces de hacer. Por supuesto, siempre verificada externamente.

Con estos instrumentos de gestión nos dotamos de una base sólida para ser una buena universidad pública, una universidad responsable ante la sociedad. Una universidad de la que nos podamos sentir orgullosos.

Domingo García-Marzá. El Periódico Mediterráneo (26/05/2018). El texto se puede consultar en la página web: http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/etica-cumplimiento_1149144.html

viernes, 18 de mayo de 2018

Buen gobierno universitario

El caso Cifuentes y compañía ha puesto de manifiesto lo que ocurre cuando una institución pública se crea y se gestiona para el uso y disfrute de un gobierno y de su partido. Al final, la universidad ve mermada su credibilidad, los ciudadanos las condiciones de inclusión, igualdad y calidad que esperan de sus impuestos. Mientras unos no pueden pagar un máster, otros tienen el título sin hacerlo. Esta es la razón por la que debemos disponer de una infraestructura ética que potencie las buenas prácticas y sea capaz de prever y denunciar las malas. En nuestra Universidad Jaume I hemos avanzado en la definición de este andamiaje ético, en los mecanismos que deben garantizar un buen gobierno universitario.
En primer lugar, hemos aprobado un código ético donde encontramos los valores que deben orientar nuestras actuaciones y las conductas que debemos seguir. Estas normas afectan por igual a los tres estamentos que conforman la comunidad universitaria: estudiantes, personal de administración y profesorado. Por supuesto, las primeras conductas se dirigen al gobierno universitario, estando la ejemplaridad a la cabeza de las mismas, seguidas de la transparencia y la participación. Esta es nuestra idea de un buen gobierno. Alguien puede pensar, y con razón, que la lengua no tiene hueso, que es muy fácil decir una cosa y hacer otra. Pues bien, sepan que somos la única universidad de España que tiene un sistema para controlar el cumplimiento de este código ético. Responsabilidad implica autorregulación. La próxima semana les cuento cómo lo hacemos.
Domingo García-Marzá. El Periódico Mediterráneo (11/05/2018). El texto se puede consultar en la página web: http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/buen-gobierno-universitario_1147655.html

viernes, 11 de mayo de 2018

Justicia 4.0


La justificación que estos días más escuchamos acerca de la nefasta sentencia de la Manada es que no tenían más remedio, que el código penal constriñe y obliga a dictar este tipo de sentencias. Sin embargo y, por una vez, coincido con el ministro de justicia en que no es un tema de código penal sino de código mental. De sensibilidad, que queda más fino. La aplicación del código penal no es un asunto mecánico, neutral, matemático. Los jueces cuando aplican la ley hacen su propia interpretación y, por lo tanto valoración, de cuáles fueron las circunstancia, de cómo se produjeron los hechos, de qué atenuantes o eximentes existieron, etc. Si no fuera así, deberían temblar los jueces porque en una economía 4.0 se quedarían sin trabajo, pues sería muy fácil crear un algoritmo que los reemplazara. Esto es, una fórmula matemática que introduciendo las premisas dictaría, incuestionablemente, la sentencia. Vamos, bastaría con apretar un botón del teclado o echar una moneda en la ranura.

Fíjense si tengo razón que, delante del escándalo, van a recuperar una comisión de expertos --que estaba formada por veinte varones y ahora será paritaria-- para dilucidar que lo que están interpretando es pasividad, jolgorio y regocijo o sufrimiento, dolor y miedo. Las críticas ante tal despropósito han hecho recular la propuesta y ahora permiten que un par de expertas dejen el cubo y la fregona y puedan opinar. Efectivamente, les hace falta mucha formación sobre qué significa vulnerabilidad y, en especial, qué implica la igual dignidad de las personas. No se deslegitima el derecho por las críticas sino al revés, se crítica al derecho por su falta de legitimidad.



Domingo García-Marzá. El Periódico Mediterráneo (11/05/2018). El texto se puede consultar en la página web: http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/justicia-4-0_1146187.html

viernes, 4 de mayo de 2018

Sentencias inmorales


En plena indignación por la sentencia de la Manada, el juez del voto particular, que dijo apreciar en la violación de una joven por cinco hombres, «ambiente de jolgorio y regocijo», manifestó que solo habla «en autos y sentencias». Y muchos pensamos que mejor estaría callado o, al menos, hablando en cualquier otro sitio que no tuviera consecuencias para los demás, en este caso para la intolerable indefensión de las mujeres ante la violencia machista. Cinco energúmenos forzando a una joven, además grabándolo, y los jueces no ven violencia ni intimidación. Yo no estoy tranquilo, sí conmocionado ante tanta injusticia.

La sentencia ha sido cuestionada y contestada por todo tipo de asociaciones y organizaciones, incluso por la ONU, por condenar a los acusados por abuso y no agresión sexual. La opinión pública ha sido unánime: es una sentencia inmoral porque hace caso omiso de la vulnerabilidad de la víctima. Vulnerabilidad que, según el representante de los jueces --elegido por el Gobierno en un claro ejemplo de lo que se denomina división de poderes--, tiene en el derecho su máximo protector. ¡Pues vaya protección!

Según el ministro de Justicia, el juez del voto particular «tiene un problema singular». Estamos todos de acuerdo es que si no aclara a qué se refiere solo le queda dimitir, por mentiroso o por cobarde. Para ser juez, al igual que para ser profesor, no es suficiente con ganar unas oposiciones. Hace falta un poco de humanidad y mucha ética profesional. La justicia es demasiado importante para dejarla en manos de profesionales, también son personas.


Domingo García-Marzá. El Periódico Mediterráneo (04/05/2018). El texto se puede consultar en la página web:http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/sentencias-inmorales_1144759.html

domingo, 29 de abril de 2018

CFP de Recerca. Revista de Pensament i Anàlisi "Las tensiones del feminismo en el marco neoliberal"



Editoras
Sonia Reverter-Bañón (Universitat Jaume I), Maria Medina-Vicent (Universitat Jaume I), Irene Strazzeri (Università degli studi di Foggia)
Envío de originales
Hasta el 30 de noviembre de 2018
Fecha de publicación
Octubre 2019
Idiomas
Castellano, Catalán, Inglés
Página web
http://www.e-revistes.uji.es/index.php/recerca

Recerca es una revista semestral que se publica periódicamente durante los meses de abril y octubre. Es una publicación basada en la revisión ciega por pares del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I. Recerca pretende atraer artículos de primera calidad científica de investigadores/as nacionales e internacionales del campo de la filosofía y de la sociología crítica. La revista está indexada en: SCOPUS, Sello de Calidad del FECYT, Humanities Source Publications, Fuente Académica Premier, Emerging Sources Citation Index (Clarivate Analytics), Philosopher’s Index, Erih-Plus, CIRC (categoría B Área de Ciencias Humanas), e-revist@s, DOAJ, Dulcinea y Latindex.

­Llamada a contribuciones

El neoliberalismo como predominio del capital financiero en el ámbito político ha forjado una nueva hegemonía. Es la hegemonía que mantiene que hay que elegir entre libertad o igualdad, emancipación o bienestar social. Una hegemonía que impone su propia narrativa, volviéndola conocimiento objetivo y único; negando la posibilidad de alternativas para la gran mayoría de la humanidad, que de forma creciente se empobrece y precariza.


¿Cómo construir una contra-hegemonía? Esta es la clave para poder entender los movimientos sociales y políticos que se movilizaron en el escenario de crisis mundial como respuesta a los impactos de la globalización neoliberal y la precarización generada sobre gran parte de las poblaciones. Esto ocurre al mismo tiempo que las élites políticas y económicas han seguido beneficiándose, creciendo la desigualdad a nivel mundial. Los gobiernos democráticos continúan, sin embargo, utilizando la jerga democrática usual: “defensa de los intereses públicos”, “soberanía nacional”, “protección y progreso en la igualdad”. El ethos cosmopolita, como Nancy Fraser aduce, centrado en la diversidad, el empoderamiento de las mujeres y los derechos LGBTQ, sirve de (falso) ideal de esa hegemonía neoliberal. El escenario mundial se plantea como uno en el que la llamada pos-verdad parece volver absurdas las razones de las luchas por la igualdad desde las comunidades, organizaciones y asambleas. Se afirma entonces que ya están las instituciones, nacionales e internacionales, asumiendo ese objetivo de la agenda de igualdad.
El feminismo, como uno de los movimientos sociales más activos desde hace más de un siglo, ha suministrado gran parte de ese ethos cosmopolita del que se sirve el neoliberalismo. Por ello, entre otras razones, ha sido acusado a veces de ser co-optado, convirtiéndose en aliado conveniente para los fines del mercado. Ello ha permitido acuñar etiquetas como “feminismo neoliberal” (“neoliberal feminism”), “feminismo de mercado” (“market feminism”) o “feminismo mercantil” (“commodity feminism”). La diversidad del feminismo, sin embargo, vuelve injustificada esta acusación. Tal vez parte del feminismo se ha acomodado a un discurso neoliberal que potencia al individuo como único sujeto político responsable de su empoderamiento y de su bienestar. Pero sería injusto, como Johanna Brenner alerta, confundir este feminismo co-optado por el neoliberalismo con el feminismo en su conjunto, pues ignoraríamos, como hace la hegemonía neoliberal, la continua lucha de otros feminismos y de otras alternativas.
En el presente monográfico solicitamos reflexiones y trabajos que ayuden a entender cómo construir desde el feminismo una contra-hegemonía que mantenga el horizonte por la igualdad (y la libertad) como una lucha efectiva; precisamente, para transformar la realidad de un orden mundial que achica las capacidades colectivas y las solidaridades y convierte a la igualdad en una competencia individualizada. Invitamos, por tanto, a pensar cómo construir alianzas que lleven a cabo luchas feministas con agendas de igualdad, emancipación y bienestar social, que puedan dar sentido al conjunto del feminismo y a la vez potenciar la diversidad de identidades feministas. Buscar las raíces compartidas en las injusticias creadas por el capitalismo financiero se alza como un reto sobre el que os invitamos a pensar.

1 Feminismo y transformación social hoy.
2 Feminismos en diálogo. Alianzas feministas.
3 Construcciones contra-hegemónicas desde el feminismo.
4 Feminismo y ethos cosmopolita.
5 Horizontes de igualdad y libertad para el feminismo de hoy y mañana.
6 El feminismo más allá de la igualdad.
7 Feminismo y neoliberalismo progresista. Crítica o cooptación.